Nos acercamos a esta sección del blog  otra vez con la intención de mostraos a una de las figuras más interesantes de la fotografía del siglo XX. Es un placer para nosotros aportaos una pequeña pincelada de la obra de este autor norteamericano autodidacta, que tanto nos inspira a los miembros del estudio Micoco.

Duane Michals utiliza la cámara como una mera excusa para hacer arte, vanguardia, desmarcarse del lenguaje convencional y utilizar la fotografía como si de la narración mas onírica se tratara, con una estética personal y exquisita.

El autor materializa sus experiencias de un modo desconcertante, un mundo interior que le turba, sus miedos y traumas infantiles, así como sus emociones más luminosas y vibrantes, recuerdos y experiencias, tamizados con el filtro del tiempo, que se sintetizan en secuencias de “irrealidad”.

Para Duane Michals, los reflejos que se generan de los objetos a través de la cámara, las personas, los paisajes, nunca corresponden a la realidad física, entendió desde muy joven, que a través del objetivo y a cada click, esa realidad ya deja de serlo, para convertirse en otra cosa, las experiencias intimas del autor dejan su impronta para que la fotografía cobre vida y personalidad (para acercarnos a su obra es imprescindible comprender esta dicotomía).

Michals  entiende la fotografía como el reflejo del reflejo de esa realidad, lo que directamente nos evoca la teoría de Platón sobre el mito de la caverna, en la que los hombres que viven dentro de la cueva conciben los objetos reflejados sobre las paredes como enormes figuras que creen ciertas, aunque en realidad no son más que sombras desproporcionadas, es decir reflejos de un reflejo de esa realidad.

Este juego nos plantea la relatividad del espacio y el tiempo.

En su serie “things are queer”(1973) Este fenómeno queda claramente patente, de una imagen aparentemente normal, un cuarto de baño, los objetos aparecen a una escala real con respecto al observador, aunque estos se convierten en desconcertantes en la siguiente escena, en la que un pie desnudo aparece desproporcionado, de un gigante, lo que hace que la estancia parezca un decorado de una casita de muñecas, la siguiente fotografía desmiente de nuevo la anterior en la que una mano con un dedo extremadamente grande sostiene un libro extremadamente pequeño en proporción, donde aparece la imagen anterior, así establece un juego visual que habla de la relatividad de la escala si la comparamos con según que cosas. La lectura más profunda de este bucle nos llevaría a vislumbrar la incredulidad sobre las teorias herméticas y lo relativo del punto de vista.

Otra serie a la que queremos hacer mención es la que el fotógrafo realizó al pintor surrealista belga René Magritte. Duane Michals se sentía muy identificado con la manera de pintar de Magritte, encontrando ciertos paralelismos en sus respectivas obras. La manera de descontextualizar los objetos o de jugar con las desproporciones.

En esta serie se retrata al artista en su casa, el personaje y la obra forman un todo que finalmente se materializa con una fotografía superpuesta en la que lienzo y  artista se mimetizan y se funden formando una sola materia.

Aquí añadimos otras obras de este artista que nos sirven de inspiración y que reflejan a la perfección su esencia.

Por último queremos mostrar un pequeño ejemplo de nuestra obra personal que establece un cierto paralelismo con la obra del autor. Nos interesa la teatralidad de las secuencias fotográficas, los contraluces, las figuras en movimiento y todo lo que tenga que ver con crear un discurso inquietante y onírico… “creemos en el poder de la imaginación”.

“I believe in the imagination. What I cannot see is infinitely more important than what I can see”  Duane Michals